imagen tomada de: adn.es
El ruido ensordecedor de las motosierras o el seco tan-tan de las afiladas hachas no se sienten como antes.
No en cuanto a la tala ilegal, pues esta se redujo desde 2002 un 22 por ciento en todo el mundo, de acuerdo con un informe de Chatham House en Londres.
La reducción significó haber mantenido en los árboles de 1,2 a 14.6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono en la última década.
El problema, de acuerdo con el informe, está lejos de ser resuelto. La tala ilegal es todavía el primer paso en un largo proceso que termina a menudo con la deforestación completa de algún bosque.
En tres países analizados, esa clase de deforestación se redujo de manera importante. En Camerún mermó un 50; de un 50 a 75 en Brasil; y un 75 por ciento en Indonesia. Son tres de los mayores comerciantes de madera ilegal.
Para Doug Boucher, director de Tropical Forest and Climate Initiative en Washington, se destaca el costo de 2,50 dólares por tonelada de emisiones evitadas.
La disminución de la tala ilegal, agregó, no trae siempre una reducción en las emisiones.
La reducción en los cortes ilegales se atribuyen al aumento de las restricciones de Estados Unidos y países europeos, así como a medidas gubernamentales, la presión de organizaciones no gubernamentales y la presencia de veedores en algunas regiones.
Para lograr mayores reducciones se requiere mayor eficiencia energética y más conservación.
No en cuanto a la tala ilegal, pues esta se redujo desde 2002 un 22 por ciento en todo el mundo, de acuerdo con un informe de Chatham House en Londres.
La reducción significó haber mantenido en los árboles de 1,2 a 14.6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono en la última década.
El problema, de acuerdo con el informe, está lejos de ser resuelto. La tala ilegal es todavía el primer paso en un largo proceso que termina a menudo con la deforestación completa de algún bosque.
En tres países analizados, esa clase de deforestación se redujo de manera importante. En Camerún mermó un 50; de un 50 a 75 en Brasil; y un 75 por ciento en Indonesia. Son tres de los mayores comerciantes de madera ilegal.
Para Doug Boucher, director de Tropical Forest and Climate Initiative en Washington, se destaca el costo de 2,50 dólares por tonelada de emisiones evitadas.
La disminución de la tala ilegal, agregó, no trae siempre una reducción en las emisiones.
La reducción en los cortes ilegales se atribuyen al aumento de las restricciones de Estados Unidos y países europeos, así como a medidas gubernamentales, la presión de organizaciones no gubernamentales y la presencia de veedores en algunas regiones.
Para lograr mayores reducciones se requiere mayor eficiencia energética y más conservación.
Tomado de: El Colombiano.
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